TOMOKI
SHAKAMOTO, recién aterrizado de Tokio, después de catorce horas de vuelo, y
cinco más en TALGO, fue a caer en Guadix. Cuando llegó no tenía más
pertenencias que una mochila, el último grito en cámara digital de video y
fotografía, una botella de agua mineral y una tarjeta de crédito en la
billetera. Quería conocer Guadix, supo de él por la página web de un
compatriota; de no ser por esto, quizá nunca hubiera tenido noticias de su
existencia. Kuadij, Kuadij..., repetía para sí, tratando de pronunciar el
nombre y de recordar dónde había leído antes algo que se le parecía. Después de
mucho invocar, le vino a la memoria la portada de un cómic cuyos protagonistas
eran dos galos, uno gordo y otro flaco: Asterix, pero inmediatamente desterró
de su memoria tal asociación. La página electrónica decía que en aquella ciudad
andaluza, la gente habitaba en cueva, examinó con avidez las fotos y pudo
comprobar para su sorpresa que no llevaban taparrabos, tampoco se trataba de
una población primitiva, ni las cuevas eran cavernas naturales, sino que
estaban picadas en la roca y decoradas con sumo gusto. Pronto quiso visitar
Guadix, estuvo acariciando la idea durante algunos días, tras los que su
curiosidad se transformó en urgencia, así fue como reservó el pasaje.
El sol calentaba
con saña a pesar de ser un quince de diciembre cuando Tomoki bajó del tren. Una
luz blanquísima lo deslumbró y al entornar los ojos, se tornaron en dos rayitas
bajo sus cejas. Prescindiendo del servicio de taxi emprendió el camino hasta la
ciudad, admirado de la espectacular vista que tenía frente a sí. Una afilada
catedral se erigía en el centro, y al fondo la Sierra, cubierta por un blanco
manto coronando el paisaje. En este momento decidió tomar buena nota de todo lo
que veía en un pequeño bloc, que más tarde Tomoki traduciría con su poco más
que rudimentario español.
15 de diciembre:
He llegado en
Guadix, y sin más esperar quise visitar cuevas, para ello he preguntado a
muchos gente con mis poquísimas palabras españolas. Ellos explican mucho con
manos, señalando con voz muy alta la dirección de seguir, de modo que después
de mucho caminar más, al fin llego. Yo soy emocionado mucho de estar aquí,
cuevas están bajo montañitas, pintadas de blanco, algunas tienen casa delante,
por eso no lo parecen. Así es también la de Consuelo y Rafael, los hospederos
que me alquilan cueva de al lado y preparan comida para mí. Hospitalidad en
Guadix es grande, gente es toda aquí en cuevas como gran familia. Ahora es de
noche y descanso en mía habitación de cueva, acogedora todo blanco y cálida de
naturaleza, el silencio es siempre presente. Hasta mañana.
18 de diciembre
Vuelvo ahora de
beber chato de vino con Rafael y quedé un poco demasiado mareado. Estado en bar
de barrio, que es mucho ruidoso, donde siempre están hombres, muy raro ver
mujeres. Ellos juegan a naipes algunos, otros fuman hasta que cigarrillo se
apaga en bocas, y hablan como si pelea, pero Rafael dice que no poblema. bar
también es en cueva. También he conocido vecinas amigas de Consuelo: Angustias,
Dolores, Amparo..., he dado cuenta que en España llaman a mujeres como
sentimientos, eso se parece como en Japón. Hace tan solamente tres días que
vengo en Guadix y ya todos conocen a mí. Muchos llaman Moki, o Tomo, porque no
se recuerdan de mi nombre, Consuelo ha dicho que mío nombre parece como nombre
de perro, yo he preguntado ¿Por qué?, pero ella no ha sabido explicar.
20 de diciembre
Ayer estuve
viendo un poco de ciudad, lo que no es cuevas. También me gusta mucho. Tomé mi
cámara de vídeo para grabar todo. Vi catedral bonita y gran plaza que llaman
Plaza de las palomas, aunque al llegar vi que las palomas no estaban ¿Quizá han
perecido por enfermedad?. Me parece que esta es una ciudad muy antigua en la
historia. Al regresar camino para las cuevas, he visto una estatua junto a
templo cristiano, ella estaba en una fuente. Al llegar he preguntado a Consuelo
sobre la estatua, Ella dice que se trata de el Cascamorra, una fiesta de Guadix
que es el mes de septiembre. Allí todos pintan cuerpo con arcilla y grasa, y
persiguen a Cascamorra ¿Por qué?, he preguntado a Consuelo ¿Es que Cascamorra
es delincuente?, ella ríe mucho cuando yo ha dicho estoy dice: noooo, luego ha
entrado en cocina y ha olvidado contarme todo. Aquí está frío terrible esta
época del año, he tenido que comprar ropa para abrigo. Aunque en cueva está más
cálido, la gente enciende fuego bajo chimenea, después ponen brasas en plato de
metal grande y lo dejan debajo de mesa, Consuelo dice que es brasero, yo he
asustado un poco ¿peligroso, no...?
22 de diciembre
Pronto es la
Navidad, fiesta cristiana que nace Jesús, eso se nota ya en calles que están
adornando con luces de colores. He bajado a centro de ciudad y unos niños
vendían zabomba, instrumento muy raro pero bonito. Es básico hecho de arcilla
como vasija y está cubierto por una piel , con adorno de papel en color, en
centro tiene palito como pequeño bambú. Yo he decido a niño que lo haga sonar,
el niño primero moja su mano y después deslizado por palito, el sonido hace
risa, se parece como rebuzno de asno de vecino de Rafael..., yo he comprado una
para recuerdo.
25 de diciembre
Hoy es navidad,
anoche fue fiesta grande. Las familias se reúne todos en vísperas, normalmente
casa de abuelos. Cuando no hay abuelos es en casa de hermano. Anoche fue el
honor para mi ser invitado a cueva de madre de Rafael, donde han reunido
también sus dos hermanos con esposas, hijos incluso varios nietos. Consuelo ha
presentado a mí a Antonia, madre de Rafael, mujer simpática y amable, bajita y
gordita. Ella había cocinado un pavo tan grande casi como ella. El pavo estaba
en su corral antes de ser cocinado, al lado de cueva. Yo he llevado mi cámara y
he grabado el momento en que el pavo ha llegado a mesa ¡pero no andando!
(broma), sino en bandeja. Deliciosa su carne que guardaba en su interior
verduras riquísima. También se comen jamón, ensalada, queso, embutidos... y se
beben vino, cerveza, Coca-cola. Se bebe mucho, tal vez demasiado por una sola
noche. El postre consiste dulces típicos: mantecados y turrones hechos básico
de almendras y azúcar. Antonia es buena anfitriona, siempre ha preguntado a mí
si me gusta todo, y constantemente me dice ¡come!, incluido cuando ya estoy
comiendo sin detenerme. Después cantan canciones que llaman villancicos, muy
bonitas que hablan de peces y ríos de Belén. Nunca olvidaré esta noche tan
divertida y cariñosa de familia.
27 de diciembre
Sólo quedan tres
días para marcharme, y no siento demasiados deseos. Este tiempo en Guadix ha pasado
veloz como viento y parece poco a mí, pero las obligaciones de la vida llaman.
He prometido volver antes posible. Ahora aquí dejo amigos que esperan. Por eso
entristezco hoy, miro cueva bonita y tranquila, me parece vientre de madre que
guarda de las prisas y ruido de ciudad en Tokio. Hoy Consuelo y Rafael, mis muy
grandes amigos, han traído regalo de Navidad, ellos llaman pipo; básico hecho
de arcilla roja con dos orificios para entrada y salida de agua. Han dicho que
en pipo siempre es agua fresquita, pasa como en cueva, fresca en verano y
caliente en invierno.
29 de diciembre
Siempre
encuentro algo nuevo sorpresivo, hoy estado en tienda de barrio para comprar
cigarrillos. Allí estaba pequeña figura con ramito de hierbas de pegeril . Ha
preguntado yo a señor de tienda sobre figurita. El ha dicho que es San
Palcrancio, santo cristiano que tiene buena suerte para dinero. También he
visto en casa de Consuelo pequeña figura en casita de madera, es madre de Jesús
que visita cada día una cueva, siempre está una vela encendida para ella.
30 de Diciembre
El tren está
marchando ahora destino de Madrid. Guadix está alejando de mi despacito.
Catedral parece mano que levanta para el adiós. Toco mi cámara como un tesoro,
ella guarda las imágenes de muchas cosas, incluido los sonidos, pero no puede
guardar los aromas, el respirar limpio de su aire, ni el abrazo de su gentes.
Adiós digo a las cosas con mis ojos y mi corazón. Ahora el empleado de tren
agujero en billete y desea buen viaje.
Muy original. Muy bien por mantener la sintaxis del visitante japonés.
ResponderEliminarQuienes seguimos tus cosillas (que son muy grandes) siempre seremos deudos tuyos, pues nos endulzas esos momentos de nuestra vida que invertimos en leerte.
ResponderEliminarMuchas gracias.
No es extraño que Guadix sorprenda, que enamore, su esencia ,su originalidad y su gente. No en vano me siento orgulloso de que sea mi cuna.
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