NO TEMAS A LA MAREA


No temas a la marea,
déjala subir,
que cubra de líquido balsámico
los espacios mínimos de vacío.

No pongas diques
a lo que empuja como un huracán arrasador,
desatando nudos a su paso.

No quieras meter toda el agua del mar
en una pecera,
deja al tronco llorar la savia sobrante.

Transfórmate en ola,
fluye,
déjate ir,
así comprenderás que atrapar el alma es absurdo.

Carmen Hernández Montalbán

GENEALOGÍA