El origen accitano del Ilustrador Narciso Méndez Bringas


Todos los caminos llevan a Roma y aunque no todos, muchos también llevan a Guadix, o de aquí partieron, según se mire. Cientos de personajes ilustres y pintorescos nacieron aquí o tuvieron una relación con la ciudad, unos más conocidos que otros. Son esos menos conocidos los que más incitan mi curiosidad, y en seguida quiero saber quienes fueron, donde vivieron, y hacia donde caminaron. 

Les voy a presentar a uno de ellos, el dibujante o pintor de historias como  a él mismo le gustaba definirse, Narciso Méndez Bringa, cuya madre, Doña Josefa Bringa Murillo, nació en Guadix, concretamente en el barrio de Santiago.  Su padre, Don Gaspar Méndez Rodríguez, era magistrado, natural de Granada, y debió llegar a Guadix a mediados del Siglo XIX. Se casaron y se trasladaron a Madrid, donde nació Narciso, un 29 de octubre de 1866 en la Calle Juan de Dios, núm. 4, según consta en el padrón de habitantes del año 1867, en el que aparecen empadronados un tío paterno, una tía materna, y una criada natural de Guadix: Antonia Mateos.

Narciso fue un ilustrador de reconocido prestigio, según la semblanza biográfica que aparece en el diario ABC del 6 de julio de 1933, un día después de su muerte. Empezó su labor artística a los once años en Ocurrencias  un periódico de sucesos. Después comenzó a trabajar en la Casa del Editor Saturnino Calleja, muy conocido por la infinidad de cuentos que editó, de ahí la tan conocida frase “Tiene más cuento que Calleja”.  Sus primorosos dibujos, de carácter costumbrista, ayudaron a acercar la lectura y por ende la cultura a los más pequeños y a las familias humildes de la época, más preocupadas en lo que habrían de llevarse a la boca que en el aprendizaje de las letras. Trabajó también para La Ilustración, fundada por el propio Calleja y para la conocida revista Blanco y Negro, fundada por Torcuato Luca de Tena en 1891. Una de las anécdotas que Narciso contaba del tiempo en que estuvo trabajando en esta revista es que Luca de Tena dedicó un número de Blanco y Negro en beneficio de los niños huérfanos de un terremoto que tuvo lugar en Italia y encargó la portada a Méndez Bringas. Se la entregó una noche en que los obreros se habían declarado en huelga. Don Torcuato estaba reunido con los jefes de los talleres muy nervioso, cuando Narciso le entregó la portada, él lo desenvolvió y dijo: ¡Gracias a Dios que veo algo agradable.


La muerte de su hija Josefa Méndez Angulo a los 30 años de edad, marcó la obra del artista, pues el recuerdo de la muchacha sirvió de inspiración en sus retratos femeninos. Admirador de la pintura de Velázquez, de la música de Wagner, enemigo del modernismo, decía: “¿Evolución del Arte? ¿Evolución necesaria? Puede ser, pero no de manera tan absurda. Cuando una persona se alimenta excesivamente de dulces, necesita una purga. El modernismo en el arte resulta una purga. El arte necesita renovarse, hay que huir de los caminos trillados, bien. Pero es preciso también huir de la extravagancia…”

Narciso, fue sin duda un gran artista, que llenó de magia los libros y la prensa de la época, gracias a sus ilustraciones, los lectores, incluso los que no sabían bien leer, podían adivinar lo que contaban. Es un orgullo para Guadix saber que también él es un poco nuestro.

GENEALOGÍA