EL ECO DEL UNIVERSO de Dora Hernández Montalbán


No estés triste. No des asilo a la tristeza.
Un día tendrás lo que para tí guarda el Universo
y sabrás oir en todas direcciones,
hablar todas las lenguas. Porque sabrás ver con
tus propios ojos, comerás de tus manos
y le darás la razón a tus sentimientos.

Debes tener paciencia en lo indecible, en lo oscuro, 
en lo más íntimo, porque de ello nacerá
una nueva claridad que te abrirá
las puertas de la sabiduría.

No busques más lo que no existe. Tal vez
no haya nada que buscar. Descansa, abre los ojos y

mira. 
No te empeñes en no verlo, pues todo lo que te rodea 

es un milagro.

Haz lo que debas hacer, no pienses que lo que
tú has de hacer otro lo hará. Nadie puede andar 
el camino por tí.

"De amor y poemas" de Carmen Hernández Montalbán


Antes de todo fue el mundo,
antes de este apocalipsis fue la transparencia,
los ríos,
fueron dos ojos nuevos.

Antes que nada, 
fue un corazón como un reloj que a cada emoción latía.

Allí estaban,
eran dos,
entre tanta maraña de vida se buscaban.

Antes que tanto desatino,
donde las ciudades se visten de polvo
y un viento árido desola rincones.

Antes de esa algarabía 
de voces que se pierden en la oscuridad
de los túneles humanos.

Antes de todo,
 fue que la sangre fluía por cauces más tranquilos,
el hombre y la mujer se recogían 
en un abrazo,
y era su hogar el convencimiento 
de que por el mundo caminaban.

GENEALOGÍA